lunes, 28 de mayo de 2012

LOS PASTORES FRENTE A UN MUNDO POSTMODERNO II

                               Como ya lo he venido tratando en mis dos  últimas columnas, el pensamiento en su gran mayoría de los componentes de la  actual sociedad es el pensamiento “Postmoderno”. Este pensamiento por su relativismo, por su  forma de ver las cosas, su pluralidad y pragmatismo equivocado, se torna un peligro latente para muchos creyentes que carecen de una sólida formación cristiana. Frente a este panorama de las actuales generaciones, los pastores no podemos ser superficiales, más bien  debemos reconocer nuestra doble responsabilidad, tanto con Dios como con el rebaño, por lo que urge una sólida enseñanza y predicación basada en la palabra Romanos 10:17 

                        Para los posmodernos, el valor central de la vida es el disfrute. Introducen un hedonismo narcisista que crea un dios de la sensualidad, del cuerpo,  y de los placeres inmediatos. Su argumento es ante la disparidad de ideas que ofrecen en los estamentos de la sociedad, se  debe  encontrar un consenso, una manera de coexistir pacífica y justamente entre todos los hombres. Creen que todo se resuelve creando una nueva ideología,  no acepta los absolutos que Dios establece en su palabra.  Este pensamiento poco a poco se ha infiltrado en muchas congregaciones, por el cual han socavado sus cimientos, alejándolas de Dios quien nos llama a ser santos Levíticos  11:44  “Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo…”

                        La Predicación en un mundo postmoderno. Como lo dije anteriormente, nuestra predicación debe volver a la palabra, dejando atrás extrañas doctrinas que alejan y defraudan  a los oyentes. La predicación debe volver a ser Cristo céntrico ya que Jesucristo no es una alternativa más entre muchas, sino el único camino al Padre y medio de Salvación. La predicación debe volver a enfatizar la incapacidad del hombre por su naturaleza caída por lo cual necesita de un salvador.  Debe volver  a enfatizar con fuerza lo que por cientos de años afirmo. La realidad del Cielo y del Infierno, La vida eterna y la condenación, la realidad del pecado que ofende la santidad de Dios, La comunión estrecha con Dios y con su Hijo Jesucristo basada en la Oración y en el ayuno teniendo presente que somos templo del Espíritu Santo, El retorno de Jesucristo y su recompensa para su fieles seguidores que aguardaron y amaron su venida. Debemos enfatizar que debemos volver al mensaje de  la Cruz y sus demandas.  Consiervos mantengamos  presente el llamado de Pablo a Timoteo 2da. Tim. 4: 1 -3.
   
                                                                       PR. SERGIO RODRÍGUEZ VARELA                                                                                       Consejo de Pastores

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